lunes, 16 de julio de 2018

Promesas

Te juro (por lo más sagrao maldito conchetumare) que no te vai a salvar. Van a caer todos, uno a uno. Y quizás me haga pedacitos en el proceso, quizás me estrelle, quizás me parta, pero conmigo vai a caer.

Amor(tiguada)

Susurros fríos me recorren la piel
relatando lo que sé sin saber:
que existen memorias marginalizadas en el cuerpo,
que la razón no es capaz de retener.

Sin recuerdos
las vivencias nos habitan.



De noche me acuesto y me levanto,
el bulto del colchón me daña la espalda.
Pienso en que hace meses no me percibo frágil,
mantengo un gesto indolente y arisco,
prolongo la opacidad en mi torso
(me ocupa en no sentir),
desnaturalizo la crisis, aguanto el sismo
en las fauces;
sólo así las extensiones del miedo me abrigan del mundo.



Hermenéuticas frustradas de mi cuerpo hermético;
habitando las contradicciones
de la experiencia que lastima
y la emergencia del presente
que dilata,
omite,
silencia.



Viví bien mientras mantuve remotos los alcances de la reminiscencia,
pero abrir algo significa no volver a cerrarlo
y sólo así lo entendió
cada hombre que penetró violentamente mi vida,
mi cuerpo,
mi memoria.


Palpito con rabia,
la realidad duele en las entrañas,
pero vuelve la vida que tanto una rehuye.