jueves, 30 de enero de 2020

Casa de playa

Sabís Ámbar, hace tiempo que te quiero decir una cosa me dice
qué cosa digo de mala gana
hace tiempo que te siento distante y no soy la única que lo piensa

aunque en esta casa poco se piensa y mucho se grita
porque básicamente así funciona la insidia familiar.

Las hueás no son cuando tú querís yo digo
es que yo a ti te necesito, te quiero y te necesito me dice
porque la necesidad suplió la falta de cariño
de contención y abrazo
ahí donde aprendimos a ahogarnos.


Como aprendí, desaprendí
y tocó volver a aprender.

Aprendí a arrancar del apego ansioso
y es que también aprendí
que el amor cuando es bueno no duele
que el amor cuando es bueno no exige
no demanda
no te cobra atenciones, cuidados
no te engatusa mientras descuidadamente te machaca el corazón
pa' que estís cerca
pa' que te quedís por siempre
para volver a desaprender el buen querer.


Estoy cansada de que me embosquen el corazón
cada vez que decido tomar distancia
si es que eso significa crecer.

Estoy haciendo lo que me está haciendo bien no sé si estoy lista para hacerles bien a ustedes no sé si estoy lista para ustedes pero necesito que por favor me entiendas.

Si no puedes confiar en que te quiero cada vez que necesito irme entonces no confías en mí en lo absoluto.

Espero que no te pase nada pero no voy a esperarte despierta.

Apaga la luz del pasillo.

miércoles, 22 de enero de 2020

Y tras esta breve pausa a comerciales vuelvo al trabajo

Me preguntaste qué era que te hicieran la mente
te lo expliqué muy precipitadamente
como si fuera sustancialmente algo malo
pero solo quería decirte que tú me hacís la mente
que me hacís la mente brígido
y aquí me desvelo sintiéndome medio tonta
casi tonta
por no decirte por no contestarte cuando me preguntaste que si tenía sueño
que tenía bastantante más que sueño
en ese preciso instante
porque me estaba haciendo la mente contigo
-después de que decidí dejar de hacerlo-
otra vez más.

De repente hay cosas que es mejor no decirse, ¿o no?
pero es tan re aburrida la cautela, yo estoy bien harta de vivir a medias
sentir a medias
mesurar el temblor de entrepierna
ahogar el dolor de guata con artemisa.
De repente hay cosas que es mejor que nos digamos
aunque pensaba que eso ya lo habíamos hecho, ya lo habíamos jugado (porque yo quise jugarlo, tú me lo seguiste)
pero no me aplacó los sentires, no me aplacó los sentires
pensé que reduciendo el principio de incertidumbre se volvería aburrido y yo me aburriría como siempre me aburro de los aburridos
y solo se puso mejor,
qué desconcertada estoy.

Sería súper gracioso que leyeras esto, porque no me lo dirías nunca
pero me entenderías, yo creo. Creo muchas cosas y se me olvida que no te conozco bien
pero se siente tan seguro, tan fuera de peligro.
Aún cuando fastidia, aún cuando duele.
Sería gracioso que leyeras esto, quizás te estoy contestando las preguntas que no me vas a hacer;
quizás lo escribo pa' apaciguar la determinación que tengo de decírtelo, tal como no lo hice anteanoche.
Quizás lo escribo pa' cortar con la costumbre de largar las verdades sin cuidado
porque parece que te quiero un poco y que quiero decir las cosas distinto.
Mi naturaleza de catre -bruta como yo misma- se suaviza.
Quizás lo escribo pa' no volver a hacerte la mente
pero más que nada para no volver a sentir que me voy a arrancar con los tarros
y te voy a terminar chantando un beso igual
porque me está costando, me está costando
dejemos de vernos por un rato
¿vale?