jueves, 6 de julio de 2023

gato por liebre

Peligros: a mí todo se me mete en el calzón. Y te lo voy a hacer saber. Que así pienso, que si me pasa por el coño no lo dudo. Que dame material para extrañarme, u obsesionarme, o incomodarme con la vida.

¿Será que solo así pienso en vitalidades? ¿Por qué todo tiene que gozarse o dolerse para llegar a ser realmente importante? ¿De quién es el deseo?

Que tiro el poto a las moras (como alguna vez me gritó por la noche, mientras me vestía luego de mal-follar), pero después escondo la mano, o el poto, o incluso las ganas. Se agotan. Así que cógeme rápido, que después yo me arranco y jamás te diré cómo encontrarme ni dónde queda mi madriguera.

Conozco mi lugar en la cadena trófica, a diferencia de ti, que lo has olvidado brevemente mientras me engulles el coño.

Y pues bueno, el desamor me devolvió al lugar donde se juegan los verdaderos significados: donde se goza y donde se sufre. 


raja de acá

Que si vuelvo a recordar cómo me decías que ibas a rajar el mundo por mí de ser necesario, voy a volver a tu casa a rajarte los sillones en donde te regocijaste tantas veces mirándome en pelota. Voy a volver y hacer tiras todas las cosas que toqué y ensucié y llené de mí en tu casa.

Ten suerte que yo te lo escribo y no te lo hago, como otras biografías y otras manos que ya te rompieron otras pertenencias y otras vidas.

Porque seguramente también le prometiste rajar el mundo de ser necesario, y al final, como a mí, solo terminaste tajéandole ordinariamente el corazón.