Quisiera dormir una semana y media, porque todo se bifurca y descondensa en el delgado hilo de la memoria: se van los días en puchos fumados a medias, en recuerdos de aquella noche en la que perdí las medias entre las sábanas, tomándome media botella de ron y con alguien que no tenía ni la media mitad de hombre.
Me encanta tu abril.
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