lunes, 17 de abril de 2017

Empoderarse

Ya no puedo recordar dónde empezó tu trazo y dónde terminó el mío. 

He comenzado a reconocer mis contornos desde que no estás, 
porque después de deshabitarme he quedado conmigo misma, 
he tenido que aprender a ser un espacio reducido, 
a tener frío 
a tolerar hasta el más árido silencio. 

Pero la primavera revive, 
vuelve a reanudarse la enredadera, 
me crecen flores de las manos 
la casa huele a naranjo. 

No necesito que me invadan; 
necesito que me acompañen. 
No necesito tu naturaleza de conquista y pisoteo, 
me necesito a mí misma.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario